Un equipo de científicos estadounidenses de la Universidad Tufts han constatado que los gusanos platelmintos son capaces de regenerarse a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), de donde uno de los ejemplares volvió con dos cabezas.
Con su experimento los investigadores querían averiguar cómo la ausencia de fuerza de gravedad y los campos geomagnéticos del espacio influyen en la anatomía de los organismos de los platelmintos, que son hermafroditas, y en su capacidad de reproducirse regenerándose a sí mismos en el cosmos.
Así, enviaron un grupo de gusanos con cabezas y colas amputadas.
La revelación más sorprendente de su estudio la encarna un gusano que no solo logró regenerarse en el ambiente espacial, sino que desarrolló dos cabezas.
Cuando los científicos volvieron a amputarle estas dos cabezas, volvieron a crecerle.
Además, los investigadores destacan una serie de particularidades de los gusanos ‘espaciales’, entre las que figuran una mayor frecuencia de división debido a los cambios de las temperaturas y una preferencia más acusada por la luz.
Según los científicos, durante los últimos cinco años de las investigaciones ninguno de 15.000 gusanos utilizados en los estudios logró desarrollar dos cabezas. Los investigadores también destacan que su estudio tiene implicaciones para otras especies de animales y para los seres humanos que viajen al espacio, así como para la medicina regenerativa y la bioingeniería.